Rol de crítico 2.0

 

¡Hola a todos!

Tras este descanso por Semana Santa, el rol que he desempañado es el de crítico. En este ocasión os voy a hablar de las casas de apuestas.

Los juegos de azar y las apuestas deportivas son la mayor adicción dentro de la población joven de nuestro país, e incrementa cada vez más. Esto se debe, entre otras cosas, a la publicidad masiva que se encuentra tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales. ¿Cómo no van a sentirse atraídos por jugar si los famosos e influencers a los que siguen les venden que esta es su mayor fuente de ingresos?

Fuente: Pixabay
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En teoría, existen una serie de leyes que tratan de regular esta posibilidad de volver adictos a los jóvenes, como la prohibición de casas de apuestas a unos metros de los colegios e institutos, aunque esto en realidad no se cumple. En el caso del juego por internet, es mucho más fácil ya que pueden acceder suplantando la identidad de algún adulto o creando una cuenta falsa.

El juego no está hecho para ganar, a ninguna empresa le saldría rentable regalar dinero. Por esto, pese a que muchas de las personas son adictas porque inicialmente ganaron dinero, el juego acaba convirtiéndose en un círculo vicioso en el que las deudas son cada vez más grandes.

La empresa se encarga de invitarte a una consumición, desorientarte sobre el tiempo que llevas jugando sin tener relojes ni luz natural, ponen música y luces de ambiente... en general, hacen lo posible para que tu estancia allí sea lo más cómoda y larga posible, aumentando también las posibilidades de que desarrolles una adicción.

Según la FAD, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, los jóvenes se sienten atraídos por entrar a estas casas de apuestas porque no tienen otra opción de ocio alternativo. En estos sitios disponen de alcohol barato y consumiciones gratis, luces y decoraciones envolventes en un espacio privado y con WIFI gratis. En la actualidad, acudir a casas de apuestas es considerado una forma más de entretenimiento y ocio en grupo, sin ser conscientes de sus riesgos. Para los jóvenes, es un "orgullo" ser el que más gana en este tipo de apuestas o juegos al azar.


Fuente: Pixabay


¿Cómo podemos ayudar a estos jóvenes?

Personalmente, creo que lo que más ayudaría serían unas leyes más estrictas en cuanto a la publicidad y acceso a estos juegos y apuestas. Al igual que no aparecen anuncios de tabaco, no creo que sea normal la cantidad de publicidad de este tipo que se recibe en televisión y medios de comunicación.

Por otra parte, también sería útil llegar al por qué de la apatía y aburrimiento de los jóvenes por sus opciones de ocio y animarles a encontrar formas de diversión que sean sanas para ellos. Debemos reforzar la idea de que no es necesario ser el que más apuesta para ser valorado por su grupo, e informar de los riesgos y prejuicios que tiene tanto el juego como el mundo que le rodea.

Es necesario transmitir el mensaje de que siempre acabará ganando la casa de apuestas.

Y vosotros, ¿También pensáis que hay que ser estrictos en cuanto al juego?

¡Un saludo y hasta la próxima!

¡Os leo!💖



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